martes, 15 de octubre de 2013

Renacer.

Amantes de un instante,
no de una vida,
solo has abierto más heridas.

Suena la balada,
triste y delicada,
frágil como ella,
tan dulce, tan pequeña

Mirada vacía,
cuerpo sin alma,
corazón níveo,
como un inverno en Finlandia.

El olvido me gritaba a la cara,
preferí taparme los oidos,
estaba tan asustada.

Dónde estabas
cuando me lastimaba,
cuando la ansiedad me ahogaba,
viaje al pasado,
la llama hacía tiempo que se había apagado.

Mirada ausente,
"amor adolescente",
al hablar mentías,
mientras yo te creía,

No te fíes, decía la gente,
es un cabrón,
no un inocente.

Me alegro de decirte adiós,
simplemente eres un inmaduro
que va de chulo.
La situación te queda grande,
crece y aprende a valorarme.

Yo ya lo he superado,
ahora te toca ver la hostia que te has dado.
Por eso, mi querido
celoso, machista y putón,
a pesar de todo tienes mi perdón.






martes, 10 de septiembre de 2013

Mi todo, tu nada.

Hace un día. (Él la ha dejado la noche anterior, ella con lágrimas en los ojos responde como puede)

+¿Hola? María quiero hablar...
+Sé que la he cagado, ¿vale?
+María despierta...
+María despierta por favor...
-Me dijiste que querías pensar en lo nuestro, pues piensa.
+Pues mira... sólo quiero unos días para solucionar esto, que me aconsejen otros tíos, ya sabes, pero tengo miedo porque no quiero perderte, no quiero que te vayas con otro.
-No soy ninguna guarra, aunque ya sé cómo va a acabar esto.
+Sólo quiero un tiempo de verdad, tres días, nada más, no te voy a dejar, yo quiero seguir ¿vale?
+Pero no sé si tú quieres lo mismo
-Si no te quisiera ahora no estaría hecha mierda, no habría dormido tres horas y no habría estado llorando toda la noche.
+Yo sólo quiero seguir, dame unos días todo se va a solucionar de verdad, ahora me tengo que ir.
-Vale, adiós.
+Te quiero, que te quede claro.

Al día siguiente. (Se han visto por la mañana, en persona, a pesar de que él estaba "agobiado" y quería un tiempo, ella al principio, estaba dolida y no quería saber nada de él, pero consiguió convencerla de que, no sólo la quería sino que la amaba y éste no era más que un bache tonto, después en la calle, ella y sus amigas no se han levantado a saludarle a él y los suyos, está enfadado.)

-¡Hola!
-Eh...
-Vale, genial, estás enfadado y seré una puta pesada, una mala novia y me mandarás a la mierda o lo que quieras pero no estés así conmigo.
+No puedo.
-¿No puedes?
(Al cabo de un rato)
+Ya.
-Vale, ¿estás enfadado?
+Tengo razones para estarlo.
-Te daré razones para que no lo estés.
+Habéis pasado de nosotros, pero mira, déjalo, haz lo que quieras, para "chulos" nosotros.
-Vale, pues ya está, yo ya te estoy diciendo lo jodida que estoy y quiero solucionarlo pero no puedo obligarte a que te importe cómo estoy o lo que quiero, no puedo obligarte a sentir nada por mi.
+No mientas, no sientes nada.
-(Mientras se rompe en mil pedazos) ¿Que no siento nada? Si no sintiera nada no estaría así, creo que ya deberías saber que eres mucho, muchísimo, mientras que yo no sé lo que soy para ti.
+Pues no seré mucho si ni siquiera te levantas.
-¿En serio? ¿Se va a joder todo por eso? Entonces yo tampoco seré mucho, cuando, me ignorabas por la calle.
+Con eso lo demuestras todo.
-¿Con qué lo demuestro todo? ¿No te sirve de nada lo que te digo? ¿Qué quieres? ¿No te puedo reprochar que me ignorases después tú? Sabes, después de tres días estaba pasándomelo bien, me había olvidado por un rato de todo, creo que no es un pecado cagarla por una vez.
+Ya veré.
-Me vas a mandar a la mierda entonces.
+Depende
-¿De qué?
+De lo que yo decida.
-Ah, muy bien, yo al menos lo intento, porque te quiero, y ya me estoy arrastrando, no sé que me falta por hacer o por decirte... ojalá me quisieras tanto como yo a ti.
+¿Te has arrastrado alguna vez por un tio?
-Nunca.
+No está mal una primera vez. Mira, paso de rayarme por una tía.
-A mi tampoco me gusta rayarme pero no todo puede ser perfecto, en una relación los dos tienen que poner de su parte si quieren que siga adelante.
+¿Tú quieres seguir?
-Claro que sí.
+¿Sabes lo que eso implica?
-Dímelo tú.
+Follar.
-Si tú sigues conmigo... ¿sería para follar?
+Sólo para eso... no, sería por algo más.
-Porque yo ya no sé si me quieres por el sexo o por ser yo, no soy una monja pero tampoco soy una puta y que a la mínima me manden a la mierda.
+Piensa lo que quieras.
-Es que ni si quiera me respondes y nunca te dije que no te lo fuera a dar.
+No es verdad, siempre dices "hoy no".
-Puede que tenga miedo, a que me vayas a utilizar, pero si lo hago es porque te quiero y confío en ti.
+Entonces quieres seguir, (incluyendo follar).
-Pero necesito saber que no sigues conmigo sólo por eso, por favor...
+Ya veré, pero te digo una cosa, si quieres seguir, a partir del domingo que yo quiero tiempo. Y me tienes que prometer que te cuidarás.
-Qué mas da, mañana me voy a hacer las analíticas.
+Ya.
-Bueno me voy ya, no sé si esto ha servido de algo.
+Piensa si me quieres de verdad y si estás preparada para lo que yo quiero, cuando sepas, me dices.
-Yo también quiero saber qué sientes por mi.
+Algo siempre queda, ya veré qué hago.
-Espero que al menos tú pases buena noche, hasta mañana.
+Descansa tú, lo necesitas.
(Esa noche, ella, no tuvo su te quiero, lloró una hora, y escribió todo hasta que los ojos le escocían, esa noche, la chica que tuvo la conversación se sintió vacía, como si una parte de ella se hubiera ido para siempre, se sintió utilizada, y a la altura del suelo, a merced de lo que él quisiera, como un miserable perro, sabía que no era bueno, que no iba a llegar a ninguna parte pero le amaba, aunque sabía que no era correspondida y que no sintió ninguno de esos besos. Esta noche, dentro de mí siento polvo, siento la más profunda nada.)


`P´ de putada.

Rota. Ni siquiera sé por dónde empezar.
Sólo quería decirte que, sigo aquí, soy la misma a la que conociste hace dos meses y sí, tienes razón, en dos meses es imposible conocer completamente a nadie, pero, se suponía que había algo, que "me querías". 
Aunque, actualmente, esas palabras no tienen el mismo valor para todos, para mi, son mucho, lo son todo, para ti, ocho putas letras que leer, que escribir, que pronunciar, como cualquier otra.
Me siento engañada, ¿qué he sido todo este tiempo para ti? ¿un entretenimiento? ¿un rollo de verano? ¿qué? te pregunté si me ibas a hacer daño, lo recuerdo como si te tuviera aquí delante y te estuviera formulando la pregunta, me contestaste que a mi nunca, me dijiste que era especial, a mí ¿y a cuántas más?
Demasiadas preguntas, demasiadas conclusiones que sacar, demasiados reproches, demasiadas razones para ver que lo mejor sería mandarlo todo a la mierda, mil razones para odiarte y una para quererte, y al final, siempre gana la única llama que mueve el mundo, porque es así sin amor estamos vacíos y, aunque esté jodida por esto, dolida, hecha polvo, no duerma, no coma, no me sienta persona, no estoy enferma, estoy enamorada. Enamorada de un tío que, se agobia, que es un celoso, que se enfada, que tan pronto me odia como me ama, que me hace más mal que bien, que sé que lentamente me está consumiendo, pero lo peor es que te quiero, y es ahora cuando te pierdo, el momento en que me doy cuenta, y que, siempre me pasa lo mismo. Sé que todavía hay una pequeña esperanza, que puede que pierda mucho pero gane tu atención, tú quieres una puta y yo quiero tu amor, pues bien, me he rebajado, trato aceptado, guarra gratis, págame con amor, así por lo menos sufriré menos dolor.
Es increíble, cómo me podías decirme "te amo" pasar de eso a haberme destrozado. Eh campeón, dos meses mintiendo y aún no has follado, no te tocó la zorra de la piscina, quizá deberías haber buscado en otra esquina, me abrazabas, tan fuerte, que sin aire me quedaba, fundidos en uno, sentí calor, ahora estoy envuelta en un frío helador, aun teniendo sangre hirviendo por mis venas y destrozándome los puños contra cada pared.
Lo peor de todo, el desgarro que hay en mi, saber que si termina, siempre estarás aquí, te veré salir de casa, en cada esquina de esta ciudad, quién sabe lo que el  destino nos deparará. 
Aún me quedan tantas cosas que decir... pero no tengo fuerzas para seguir, espero salir adelante, que esto no me mate y pronto escribir para recordar los buenos momentos que viví, sólo quiero volver a ser feliz, ojalá pudiera ser junto a ti.

lunes, 5 de agosto de 2013

Las Vegas.

Un velo barato, con algún que otro agujero, cubre mi cara, probablemente el maquillaje que me quede será una especie de borrón en mi cara, el pelo, más de lo mismo, cae en tirabuzones sobre mi rostro, no tengo vestido de novia, es el mismo con el que salí al principio de la noche, negro, ajustado, simple, no tenía grandes expectativas para este día por lo que no me comí la cabeza pensando en el modelito. Apenas conozco a mi acompañante, lo poco que sé de él es que es muy generoso invitando a copas, y tiene un gran poder de convicción, gracias a él, me encuentro en una pequeña capilla blanca, destartalada, con un Elvis bastante desmejorado, como casamentero. Hay dos mujeres rubias, entradas en años ya, a las que tampoco conozco, con cestas llenas de pétalos de rosas, el único detalle "romántico" de lo que parece ser mi boda. Mi futuro marido, me mira y me toma la mano, me está poniendo un cutre anillo de un color parecido al dorado en el dedo anular, creo que yo debería hacer lo mismo, pero en el intento no atino y cae al suelo, se encarga él mismo de ponérselo mientras me agarra la cadera y me acerca inquisitivamente hacia él diciéndome "ahora eres mía".
Durante el camino al hotel de nuestra fugaz luna de miel, hace varios intentos de quitarme la poca ropa que llevo ante los ojos del taxista, incluso le llega a ofrecer que se nos una, yo, no hablo, no me salen las palabras y es que creo que me invito a algo más que alcohol en la discoteca.
Llegamos a nuestro destino, en medio de la nada, habitación 125, abre la puerta con la llave todo lo deprisa que puede, me empuja dentro de la habitación, con demasiada fuerza, me tira en la cama y me arranca el vestido, me dice cuánto me desea, pero, mi atracción hacia él no se puede decir que sea recíproca.
Sus ojos me recorren, de arriba a abajo, se mueve como por impulsos eléctricos, me besa, me acaricia, su boca entra hacia mi paladar, fija sus ojos en los míos, me hace mantenerle la mirada y entonces, encuentra el punto del deseo y me hace suya, nunca había experimentado tanta brutalidad carnal.
Cuando se cansa, me retira cual desecho, se da la vuelta y al instante oigo sus ronquidos, me siento utilizada como una prostituta, me tiembla el pulso y las manos, me duele la piel al tocarme, algún arañazo de la espalda ha comenzado a sangrar ya. Me levanto de la cama, me visto con lo que queda de mi vestido, cojo el bolso y salgo al pasillo que da a las demás habitaciones. Me siento agarrando mis rodillas en el gélido suelo, divago entre pensamientos aleatorios y sin sentido para tranquilizarme hasta que llego a ti, tenía que ser el día, el primer día en que me puse a pensar fríamente en mi situación, busco en el bolso las fotos que había guardadas en un sobre aún sin abrir, hoy es el día en que me he atrevido a volver a verte y sentir ese abismo en mi corazón, a rememorar momentos que me gustaría borrar pero se han marcado a fuego en mi piel, porque eso eres tú, una quemadura en mi, a veces, ni siquiera te siento, y otras, permaneces latente, recordándome tu calor y que siempre has estado ahí, que, por mucho hielo que ponga, siempre resurgirás y volverás a abrasar mi piel, dejando huella de por vida.
Escogí el camino equivocado, caí, y aunque odie decirlo, siempre dependeré de un hombre para vivir, para ser feliz, triste, ¿verdad? Ahora estoy destinada a ser la puta de un camello de discoteca, quién sabe cuál será mi próximo papel.

domingo, 4 de agosto de 2013

Anhelo.

Eterna y universal, 
lenguaje mundial.

Habla a través de tus tiernos labios,
besa con el corazón,
aspira la fragancia de tu caminar,
abanica con tu pestañear,
y enternece con tu mirada.

Nunca me casaré de recorrer tu cuerpo
y susurrarte al oído
mientras deseo tu cuello.

Me maldigo por perder la voluntad a tu lado,
sólo quiero darte todos aquellos besos
que dejamos olvidados.

Contacto con tu cuerpo,
nos quedamos a oscuras,
me libero y me sincero,
un simple momento
que define como me siento.

Amanezco solitario,
las colillas sabían a tu boca,
y yo,
adicto al humo de tus cigarrillos,
a tu movimiento sensual
 demencial,
tus lunares,
mi droga,
tus tacones,
el ruido que el silencio implora.

martes, 2 de julio de 2013

La carta que nunca recibió Miguel.

Es difícil admitir cuando un sentimiento es verdadero, también es difícil definir quienes somos, saber a dónde vamos, aún más lo es definir una relación, dudas existenciales que quedan en el aire, algunos, dan el paso de amigos, a amantes, otros, se enamoran rápido, y no se dan cuenta de que se pierden lentamente, en otros el amor ha estado latente tanto tiempo que ya lo tenían asumido como algo normal y otros... simplemente no amamos, recordamos.
Puede que sea porque tengo más tiempo para pensar, menos obligaciones y cosas de las que preocuparme, o el calor del verano, o sea yo, que soy una caprichosa que no sabe lo que quiere, pero desde hace tiempo, no dejo de acordarme de ti, en cierto modo, nunca te he olvidado, llevas presente en mi vida mucho más tiempo del que estuvimos juntos, antes, cuando nos conocimos, después, cuando fuimos amigos, mucho más cuando soñábamos con vernos, aún más si cabe, cuando nos veíamos, y todavía sigues ahí, latente en mis recuerdos, en mis sueños, creando esa sensación de vacío en mi pecho, se podría decir que siento cierta nostalgia al saber que no volveremos a vernos ni hablarnos, pensé que las cosas podrían haber terminado bien, pero, hice mucho más daño del que pensaba y sé que yo solo seré una más pero a mi me has marcado, me marcó cada una de tus palabras, de tus gestos, de tus miradas, de tus besos, me sentí realmente querida por primera vez en mi vida, cuando me abrazabas, sabía lo que era la felicidad en estado puro, puede que no fueran las escenas románticas de las películas, ni nosotros dos actores perfectos pero nos entendíamos a nuestra manera y con eso nos bastaba, siempre estuvo entre nosotros esa conexión especial que no he sentido con nadie más.
Y pensar que todo empezó por un día aburrido de lluvia, una llamada y una conversación en la que ninguno de los dos sabía qué decir, me cambiaste, cambiaste mi mundo, supe lo que era sufrir por cada kilómetro que nos separaba y apreciar cada segundo contigo, aún conservo algunas de las canciones que componías, una de ellas, la guardo con especial cariño, y sí, admito que cada vez que escucho la canción que me hiciste lloro, de emoción, de tristeza, ni siquiera yo lo sé, pero no tengo la fuerza suficiente como para borrarla, sería como eliminar el único fragmento que me queda de nosotros, de la historia que un día tuve y no supe mantener. Pero, estoy orgullosa, porque lo hicimos, conseguimos salir de nuestras ciudades y vernos, no nos rendimos hicimos lo imposible por que esto funcionara, a pesar de todos los intentos fallidos no nos rendimos, perdimos muchas oportunidades, sí, pero al menos se cumplió mi deseo por el año nuevo, fuiste tú mi deseo del 2013, ¿sabes? deseé verte, tenerte conmigo, fuiste mi primer pensamiento del año, y ese 12 de Enero nos vimos, contigo no sentí mariposas, sentía fuegos artificiales en mi estómago, ese día, fue uno de los mejores de mi vida, a pesar de la lluvia y el frío, ahí estabas tú, te tenía delante, después de nueve largos meses esperando.
Pero, sin duda, los mejores días juntos fueron cuando fui a verte, estábamos desde por la mañana hasta por la noche juntos, no nos cansábamos el uno del otro, nunca se terminaba el tema de conversación, era como si nos viéramos todos los días, llegué a imaginar que era así, en esos momentos, algo demasiado perfecto pero hacías que me sintiera bien y me olvidara de todo lástima que ahora no pueda hacer lo mismo con todos esos recuerdos que creamos juntos.
¿Te acuerdas de cuando nos quedábamos hablando hasta las cinco de la mañana? nos moríamos de sueño pero no queríamos dejar de hablar, o de cuando, imaginábamos nuestra vida lejos de aquí, imaginábamos un futuro juntos, pensábamos que sería para siempre... cuando, me dijiste el primer te quiero, y desde entonces no perdonabas una noche sin decírmelo, lo sentías de verdad, pero aún más, los apreciaba cuando, después de cada beso, me lo decías en persona, me daba un vuelco el corazón y tenía ganas de gritar de alegría, no me he vuelto a sentir así. Cada mañana, iba al instituto feliz por nuestra conversación de la noche anterior, y por tu mensaje de buenos días, has sido la razón de mi sonrisa, todos los días de la semana durante casi todo un curso, tengo que agradecerte hacerme una persona mejor, porque me cambiaste para bien y me gustaría que todo hubiera sido de otra manera, sé que nunca llegarás a leer esto, y si lo empiezas ni si quiera lo terminarás porque pensarás que soy cursi y escribo demasiado aunque me decanto por la primera opción pero creo que es mi manera de resumir una pequeña parte de nuestra historia, y decirte que siempre estarás ahí, y sé que encontraras alguien mucho mejor, porque te lo mereces, pedirte perdón por todo el daño que haya podido ocasionar y por último decirte que  nunca te olvidaré Miguel, porque has sido la primera persona a la que he amado de verdad.

jueves, 9 de mayo de 2013

Ausencia

La brisa primaveral acariciará tu rostro,
sonreirás, sentirás que estoy a tu lado,
que nada de esto ha terminado,
porque, recuerda que seremos eternos,
la llama nunca se ha apagado,
siempre serás mi pequeña;
la que susurraba a los árboles,
la que bailaba al son de la lluvia y
caminaba bajo las tempestades,
siempre serás la chica risueña, fuerte,
algo alocada,
que vivía en el País de las Maravillas,
querías sentir el cielo en tus manos.
La que le hacía los sombreros al sombrerero,
tomaba té con la reina de corazones,
la que fumaba con la pipa del ciempiés y
correteaba con el conejo,
así eres tú; única y maravillosa,
dulce y enigmática mujer
de andares saltarines y ojos brillantes
cual luceros en noche oscura.
Llegaste a mi como una mariposa a su flor marchita,
e hiciste renacer mi belleza,
me hiciste capaz de volver a decir "amor"
de volver a sentir, por eso, aunque ahora yo no esté,
no llores,
no emborrones tu perfección con un manto de tristeza,
no me lo merezco ¿no crees?
simplemente tira mis cenizas,
deja volar tu alma,
quiero que vuelva a florecer tu sonrisa,
y que tú, mi amada,
vuelvas a tu país de fantasía.